Culturas que se remontan a diez mil años en la región de la Quebrada, con sitios arqueológicos increíbles y numerosas construcciones coloniales.
El territorio jujeño se caracteriza por grandes variaciones de altura, con localidades asentadas entre los 350 y los 4.000 metros de altura sobre el nivel del mar, lo cual forma una diversidad de regiones, entre las que se encuentran la Puna, La Quebrada, los Valles y las Yungas. Jujuy tiene una amplitid térmica que va desde el frío de la Puna, al calor tropical de las Yungas.
LA PUNA
Es una planicie árida entre 2500 y 4500 m.s.n.m., donde es común ver a sus habitantes pastoreando ovejas y llamas. De noche, cuando descansan las vicuñas, los flamencos y los suris, el cielo "negro" es perforado por miles de estrellas de increíble luminosidad, "una noche en la PUNA no se olvida así nomás".
Cuando se va viajando hacia el norte para llegar a la Quiaca, un paisaje de montañas con colores pardos y grises parecen tener movimiento, como si fueran dunas de arena dibujadas por el viento.
LA QUIACA
Ciudad fronteriza con Bolivia, un puente de concreto, donde funcionan Aduana y Migraciones, la une con Villazón. Pasaje incesante de gente, con toda la diversidad de vestimentas del Altiplano. Entre el segundo y tercer domingo de octubre se congregan pobladores de los más remotos lugares en la Manca Fiesta, donde predomina el trueque de los propios productos.
La región donde actualmente se emplaza la ciudad, pertenecía a la Nación Chicha, en épocas de la expanción Aymara. Luego pasaron a ser parte de la Confederación Inka, como Nación Kolla, una de las cuatro regiones, el Kollasuyo.
La región donde actualmente se emplaza la ciudad, pertenecía a la Nación Chicha, en épocas de la expanción Aymara. Luego pasaron a ser parte de la Confederación Inka, como Nación Kolla, una de las cuatro regiones, el Kollasuyo.
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